Viendo las fotos de las vigilias de la Inmaculada
que se han celebrado en nuestras Diócesis percibo los pocos jóvenes que somos
capaces de convocar. El líder de la Comunidad de San Egidio decía hace unos
días que la Iglesia Católica es mucho menos influyente que hace cincuenta años.
¿Qué provoca todo esto en nosotros? ¿Tristeza, perplejidad, desesperanza?
Pienso que nos viene muy bien sentirnos gusanito y oruga que corre el riesgo de
ser pisoteada por el gigante del Mundo. Sólo así podemos apreciar lo que
significa ser auxiliados por nuestro redentor que es capaz de hacer nacer agua
donde no la hay. La pequeñez del Reino es más grande que Juan el Bautista. Mira
tu pequeñez y escucha: “no temas”. Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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