martes, 18 de noviembre de 2014

SEMANA TRIGÉSIMO TERCERA TO MARTES

Jesús llamó a la puerta de Zaqueo, él le abrió, entró y cenaron juntos. Los que dice el Apocalipsis se hizo historia en Jericó. Josué la conquistó al sonar de las trompetas derrumbándose las murallas. Eso era en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Dios llama a la puerta no violenta la libertad del ser humano. Recuerdo una hermana de una parroquia que no aprobaba que Dios nos hubiera hecho libres. “Somos imagen y semejanza suya”. Y cuando se le abra viene la alegría y los perdidos se sienten encontrados, y su vida cambia… esto es la salvación. Dios no se cansa de esperar a la puerta cubierto de rocío. ¿Nos cansamos nosotros de orar por los que todavía no han abierto? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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