Jesús pasó por uno de tantos. La mayor parte de su
vida en este mundo la pasó trabajando pasando desapercibido. Durante muchos
años la Iglesia ha optado por la presencia escondida en el mundo como levadura
y sal. El resultado no ha sido el esperado.
El mundo ha neutralizado la poca influencia de los cristianos en la
sociedad. Hoy estamos recluidos en las sacristías temerosos invitando a los
mismos que no dejan de poner excusas. Cuando Jesús salió no lo hizo de
tapadillo. Su actividad fue un fenómeno social. Una vez más el Señor nos dice
que tenemos que salir, salir sin miedo y sin escondernos a convocar y llamar. Y
nuestro anuncio no es otro que Jesús. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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