Desde hace semana mi vida ha cambiado un poco. Vivo
con mi madre desde hace seis años. Hasta ahora ella se manejaba bastante bien,
comíamos juntos, yo llegaba tarde a casa muchos días y hasta podía dejarla dormir
sola de vez en cuando. Ahora tengo que estar más en casa, los hermanos nos
vamos turnando porque no puede estar sola mucho tiempo. Se sufre mucho cuando
ves que tus padres se deterioran y se vuelven tan vulnerables. Pero es algo muy
hermoso estar con ellos, dedicarles tiempo, escuchar sus cosas, darles besos.
Cuando honras a tus padres sientes el pálpito de la vida, que estás en esta
Tierra por ellos y brota un inmenso agradecimiento. Es una puerta estrecha esta
de no descartar a los ancianos como nos dice el Papa pero merece la pena entrar
por ella. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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