Los discípulos de Jesús eran juzgados por los
escribas y los fariseos de poco austeros. San Pablo en la primera lectura con toda
libertad escribe que no le importa las cuentas que le pidan los demás, que ya
se las dará al Señor. La libertad de conciencia es una de las novedades del
Evangelio más preciosas que los cristianos han conservado a lo largo de los
siglos. El Espíritu Santo es el maestro interior de nuestra conciencia y en ese
santuario nadie puede entrar. Es verdad que a veces nos gusta el vino añejo de
las normas y el cumplimiento que nos deja tranquilicos. No renunciemos a baile
de las bodas del cordero que es una disciplina libre sin pasos marcados un
estilo siempre nuevo. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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