martes, 10 de junio de 2014

SEMANA DÉCIMA TO MARTES

Yo todavía estoy de resaca de Pentecostés, ayer estaba a estas horas con la Virgen del Rocío. Volvemos a lo ordinario de nuestra vida cristiana después de la Cuaresma y la Pascua. Y lo ordinario es esto de ser sal y luz. Ser cristianos de verdad sin dejarnos mundanizar, sin perder la identidad que es sobre todo una vida puesta totalmente en las manos de Dios. Solemos hacer cálculos de lo que nos queda de aceite y de harina, pero con Dios no valen los cálculos porque amar es darse sin medida. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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