Siempre me ha llamado la atención que cuando Saulo
preguntó a Jesús "¿Quién eres?", este le respondió: "Soy Jesús a
quien tú persigues". Saulo perseguía a los discípulos de Jesús, no al
mismo Jesús. Pero resulta que es lo mismo porque ahora los discípulos, la
Iglesia, son el Cuerpo de Cristo. San Pablo desarrollará en sus cartas esta eclesiología
del Cuerpo de Cristo donde Él es la cabeza.
Entender esto le da a ser cristiano una dimensión muy especial de vida
comunitaria. Es lo que San Juan expresa como "habita en mí y yo en
él". La Vida de Jesús es nuestra
vida, vivimos por él, y sin su vida estamos muertos. Formamos parte de un
organismo vivo que se extiende hasta Australia, China, Bolivia… ¿No lo notas?
Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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