Recuerdo que cuando estudié en el Seminario los
Hechos de los Apóstoles el profesor nos invitó a leerlo fijándonos en las veces
que aparece la "alegría". Ayer
decía que Samaria se llenó de alegría, hoy que el eunuco siguió su viaje lleno
de alegría. La alegría es una de las notas distintivas de los discípulos del
resucitado. La alegría es también una de las notas por las que se distingue hoy
a un discípulo verdaderamente unido a Jesús. Precisamente la Iglesia pastoreada
por Francisco está en la línea de trasmitir
y contagiar de la "Alegría del Evangelio". Nuestra alegría es
contagiosa, desconcertante, provocadora y atrayente. En tiempos de tanta fiesta
hueca y falsa la alegría es una de las formas que tiene el Padre para atraer a
sus hijos. ¿A quién voy yo a comunicar hoy esta alegría? Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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