Estas palabras de Jesús me dan mucho respeto y
hasta cierto temor. Las ovejas son suyas, se las ha dado el Padre, y nadie
puede arrebatarlas de su mano. Los agentes de pastoral: curas, religiosas,
catequistas, hermanos mayores, capataces de un paso, monitores scout, director
de un coro… a veces se nos mete en la cabeza el veneno de la propiedad sobre
las ovejas: "estas son las mías…" Eso se nota sobre todo cómo
reaccionamos cuando una oveja deja de comer en nuestro pesebre para comer en
otro. Analicemos nuestro corazón de pastores y hagamos limpieza como los judíos
en la Pascua y quitemos toda levadura vieja de proselitismo barato. Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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