Ayer me hablaba un joven de cuanto le había
impresionado ver el Jueves Santo pasado el lavatorio de los pies. No lo había
visto nunca e incluso pensaba que era un gesto original del párroco que
celebraba. Cuando le dije que lo hacíamos todos los párrocos del mundo entero se
quedó perplejo. Le compartí que para mí ese gesto es tremendo y cada año lo
vivo con mucha profundidad, que a veces he lavado los pies a personas con problemática
social. Este gesto responde a la esencia del sacerdocio, no estamos para ser
servidos sino para servir, para esto hemos sido elegidos. y me pregunto ¿qué
tiene esto de servir de atrayente? ¿cómo puede seguir seduciendo corazones?
Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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