Leyendo la primera lectura me pongo en la piel de
Jesús. Estos deberían ser sus sentimientos en los días previos a la Pasión. Una
mezcla de decepción grande al ver como sus amigos lo traicionaban o no lo
comprendían y de confianza en el Padre al que ha encomendado su causa y que
sabe que no lo abandona. También pienso
en los que se sienten así: acorralados, traicionados, incomprendidos… en algunas
ocasiones yo me he sentido así y he ahondado hasta encontrar una roca de
confianza en la que hacer pie. Si conocemos a alguien atribulado no dejemos hoy
de darle la buena noticia de que Dios libra la vida del pobre de la mano de los
impíos. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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