El segundo domingo de Cuaresma Dios le decía a
Abraham "Sal de tu tierra" hoy es Jesús el que le ordena a Lázaro
salir afuera. fuera del sepulcro. Es una palabra para todos nosotros. Ezequiel
anuncia que el Señor nos sacará de nuestros sepulcros. Al entrar en la Eucaristía
hoy repartimos unas cartulinas con un ataúd dibujado. Nos recuerda lo que hay
en nosotros de muerte, las obras de la carne, nuestro vivir para nosotros. Eso
es lo que toca hoy: desprendernos de
nuestro hombre viejo y salir del sepulcro.
Jesús en este domingo llora, ahí vemos su pobreza.
Yo creo que Jesús no llora tanto por Lázaro como por Él mismo. en aquel momento,
ante el dolor de Marta y María, se enfrenta con su propia muerte que está
cercana, piensa en el dolor de su madre y llora. La pobreza que este domingo
vemos en Jesús es la más profunda, su muerte y muerte de cruz. dios no puede caer más bajo, no puede
empobrecerse más. Y él nos enriquece con la resurrección la vida nueva de los
hijos de Dios. No sólo vida después de la muerte, sino vida de resucitados ya
ahora.
Los que en Misa se desprende del ataúd, en
definitiva del pecado, reciben a cambio una nubecita de cartulina blanca. ¿No
os habéis sentido alguna vez como en las nubes al entregar la vida? Ayer
recordaba cuando yo pasé unas vacaciones en Bolivia. También se siente así un
joven que quiere entregar su vida a Dios en el sacerdocio. Estos son grandes
gestos, pero también en pequeños gestos de cada día vivimos en las nubes y nos
sentimos como en el cielo: cuando entregamos la vida, cuando la entregamos
sobre todo a los que más nos necesitan. Cuando damos vida nos sentimos en la tierra de Dios, la tierra es cielo. Se acaba la Cuaresma es tiempo de hacer
una buena confesión. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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