San José es un icono de la fe. Del hombre que se fía
que deja a Dios hacer aunque sus planes parezcan una locura. Un musulmán me decía ayer:
"¿Cómo va a tener Dios un Hijo?". La Encarnación que celebramos la
semana que viene sigue siendo un escándalo para unos y un mito para otros. Y a San
José le tocó lo más duro: confiar. Dios
nos sigue llamando, soñando y despiertos, y sigue necesitando nuestra
colaboración en esos planes. Hay jóvenes que escuchan la llamada apasionante al
sacerdocio, a anunciar la "Alegría del Evangelio", Idamos por ellos
hoy. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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