martes, 18 de marzo de 2014

SEMANA SEGUNDA CUARESMA MARTES

Cuando los predicadores, los maestros, los consejeros, leemos estas palabras tiembla nuestro corazón, por lo menos esto es lo que me pasa a mí. ¿Hago todo lo que digo? Por supuesto que no ¿Lo intento al menos? Casi siempre. Cuando te das cuenta de que has cargado un fardo pesado a alguien, el mismo fardo que tú no quieres cargar te sientes como un tirano.  No hay mayor vanidad que la de la tocar la conciencia de los demás metiendo el dedo a veces en heridas profundas sin tocar una fibra de la tuya. Es tiempo de mirarnos a cada uno de nosotros y pedir perdón. Aceptad que hoy se confiese este predicador-pecador. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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