Estamos casi en el ecuador de la Cuaresma. ¿Cómo vamos?
¿Seguimos con lo de siempre o dejamos que el Espíritu nos conduzca por caminos
nuevos? ¿Dejamos o no dejamos el viejo cántaro? En la Palabra de hoy descubro
una llamada fuerte a abrirnos a la novedad. Naamán se enfada porque Eliseo no
actúa cómo era previsible, como solían hacer todos los taumaturgos con
imposición de manos y plegarias. Eso de bañarse le parece un absurdo. Los
Nazarenos tampoco estaban dispuestos a abrirse a la novedad de una Mesías que
había sido su carpintero. “Entre nosotros las cosas se han hecho así desde
siempre”. El Papa Francisco tiene muy claro que esto no es un criterio de Dios ¿Estoy
dispuesto a dejarme sorprender por la creatividad del Señor? Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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