Viernes de Cuaresma, día especialmente penitencial.
Día para contemplar nuestra historia de pecado, como en la primera semana de
los ejercicios espirituales de San Ignacio. Si repasamos nuestra vida con
profundidad podremos ver cómo Dios ha actuado en las consecuencias de nuestro
pecado convirtiendo una caída en oportunidad de salvación. Eso es lo que hizo
Dios con José y más aún con su Hijo muerto fuera de la Viña. Las consecuencias
de nuestro pecado están en manos de Dios y él con su infinito amor sabe
utilizarlo todo para nuestro bien. Igual que José luego fue salvación para sus
hermanos, la Piedra desechada no se nos cae encima para aplastarnos sino que es
puesta como cimiento de una nueva humanidad. Pues contemplemos esto en nuestra
vida. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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