En el mensaje de Cuaresma el Papa afirma que Jesús
sigue siendo pobre, sigue actuando en el mundo a través de la pobreza de la
Iglesia, de los sacramentos. Es verdad, no podemos ofrecer signos en el cielo.
Yo alguna vez he dicho que me encantaría poder ofrecer una aparición del
resucitado cada vez que celebro la Eucaristía. Pero no es así, puedo ofrecer
pan y vino y mi predicación. ¿Y no basta la predicación como signo como fue el
caso de Jonás? Hay predicaciones y predicaciones. La del Papa está siendo un
signo y da frutos, la de esta monja Lucía Caram que también ha impactado. ¿Me
escandalizo de la pobreza de la Iglesia? ¿Amo los signos pobres de la Iglesia?
Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario