No rezamos a un dios terrible para aplacar su ira.
Nosotros pedimos a nuestro Padre que nos quiere. A un Dios que no puede dejar de amarnos porque él es amor y
es ternura. Hace una año fue elegido como pastor de la iglesia Católica un hombre
al que llamamos Santo Padre, y es verdad, lo sentimos como Padre. Y él nos
habló en su primera homilía de la ternura, que no tengamos miedo a la ternura. Ha
sido como un bálsamo para nuestra iglesia herida este pastor. ¿Con quién voy a
usar de ternura hoy? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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