Después del Evangelio de ayer este es un eco. El
dinero es el principal obstáculo para seguier a Jesús. La falsa seguridad que
ofrece es un espejismo que impide ese "dejarlo todo". Impide
descubrir en Jesús el tesoro de nuestra vida.
El dinero lo vemos, bueno aunque sea en una anotación digital contable.
A Jesús no lo vemos. Pero nuestro gozo inefable y transfigurado es amarlo sin
verlo y poner nuestra vida en sus manos y entregarle el corazón, es decir,
nuestras decisiones más importantes. Empecemos el trabajo de esta semana
renovando nuestro seguimiento y renovando el gozo. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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