lunes, 24 de febrero de 2014

SEMANA SÉPTIMA TO LUNES



Un espíritu mudo y sordo, es decir, un espíritu de incomunicación, de individualismo y de aislamiento. La incomunicación puede partir de las envidias y las rivalidades como dice Santiago en la primera lectura. Cuando en nuestra vida somos impregnados por este Espíritu estamos mundanizados, el espíritu in-mundo nos mundaniza, nuestra fe se debilita y se diluye. Las dudas normales de la fe se agigantan y nos amenazan como los gigantes de una pesadilla. «Dios existe sí, pero mi vida poco tiene que ver con él; Él será el amor pero en la vida real de cada día el amor es una ilusión, esto es una selva». ¿Qué puede salvarnos, liberarnos de este espíritu? Sólo la oración. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.  

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