domingo, 2 de febrero de 2014

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Abrir los portones. Es lo primero que ha resonado hoy en mí al leer las lecturas. Jesús entra en el Templo en brazos de San José. Hace cuarenta días que celebramos su nacimiento ¿le he dejado entrar? ¿Soy yo un templo donde resuenan los cánticos al Señor? Hay días que me despierto con un cántico en la mente. Es precioso comprobar que en mis sueños hay oración. El Espíritu Santo ha penetrado hasta el fondo de mi subconsciente y cuando duermo afloran no sólo miedos, emociones… Acojamos a Jesús como Ana y Simeón con mucha alegría.

Entregar la ofrenda. María y José, cumpliendo la Ley del Señor, fueron a al Templo a ofrecer a su Hijo primogénito, pero en vez de ofrecerlo literalmente, entregaban una par de tórtolas. Esta Madre está feliz hoy pero en el horizonte se anuncian los nubarrones de una espada de dolor. Este Hijo un día sí que será oblación. Ella también lo ofrecerá en la cruz llena de amor. Entregar a Dios al primogénito era una forma de reconocer la soberanía de Dios ¿Qué ofrezco yo al Señor? Los sacerdotes y los religiosos hemos ofrecido a Dios la vida entera y a veces nos pasa que luego no somos capaces de entregar algo pequeño y cotidiano. A los laicos os puede pasar también esto. Vivamos la alegría de consagrarnos a Él, de ser generosos en la entrega.

Una mano extendida. Jesús no es un Sumo Sacerdote alejado y separado del pueblo. Como dice la segunda lectura es de nuestra carne y sangre, ha pasado por la prueba del sufrimiento, sabe por experiencia y no en teoría lo que es la vida del ser humano. El viernes llamaban a un programa de televisión personas que conectaban muy bien con el sufrimiento de un niño con meningitis porque ellos la habían padecido. Pues así es Jesús, es compasivo, sabe lo que es sufrir y sufre con nosotros. Y nos tiende una mano para auxiliarnos y liberarnos del poder del pecado que envenena el sufrimiento y lo disfraza de inhumanidad. Vivamos la alegría de tender la manos a los que sufren.


Alegría en la acogida a Jesús, alegría en la ofrenda, alegría en la compasión. Que fiesta más gozosa. Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.  

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