¡Qué contraste más grande el de la Palabra de hoy!
David es ungido como Rey y las tribus pactan con él. Jesús en el Evangelio es
acusado de lo peor, de actuar con el poder de Satanás, Él, que es el verdadero
Ungido. Quizá no con tanto contraste a nosotros nos sucede también que pasamos
de estar en los más alto a estar en lo más bajo. De surfear en la cresta de la
ola a habitar en el fondo del abismo. Para todo tenemos que estar preparados,
para alabar a Dios en lo bueno y en lo malo, cuando estamos en racha y cuando
estamos lesionados. Hemos de forjar un espíritu firme que no sucumba a la vanidad
cuando todo va bien, ni caiga en la queja destructiva en los momentos
difíciles. La estabilidad nos la procura el confiar en la fidelidad del Señor
que no cambia, no varía, es siempre la misma. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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