¿Dónde? Lo primero que resuena este domingo es lo
de Zabulón y Neftalí. Las Galilea de los gentiles. Jesús empezó su ministerio
no en Jerusalén, en la capital religiosa sino en las periferias, en la Galilea
más despreciada por considerar que estaba contaminada por las costumbres
paganas. Este es una de las claves de la nueva etapa de la Nueva Evangelización
a la que nos impulsa el Papa Francisco: sentirnos llamados a salir a
evangelizar a las periferias, a no quedarnos en los de siempre, en los
naturales destinatarios de la labor pastoral. Pensemos cada uno cuál es la
Galilea de los gentiles a la que somos enviados. Puede que no tengamos que movernos
mucho, puede que sea en nuestra propia casa. Yo soy párroco pero tengo la dicha
de vivir en algunas periferias como mi club de triatlón, la cuadrilla de
costaleros, la universidad... en estas realidades no tengo un púlpito para
predicar, el anuncio es más testimonial.
¿Qué? Jesús anuncia que está cerca el reino de
Dios. ¿Cómo traducir esto al lenguaje de hoy? ¿Cómo expresarlo para que
responda a las aspiraciones más profundas del ser humano de este tiempo?
Leyendo a un compañero me he dado cuenta de que hoy hay una aspiración con la
que conecta este anuncio. Hoy somos muchos los que ansiamos que las cosas sean
de otro modo, que nuestra sociedad, la política, la economía funcionen de un
modo nuevo. Pues a esa aspiración respondemos nosotros con la noticia de que
Dios quiere gobernar. Intuimos que si dejáramos a Dios gobernar las cosas
serían diferentes. Pero esa revolución comienza por cada uno, no por las
estructuras, como dice el Papa no hay renovación sin conversión personal.
¿Estoy dispuesto?
¿Cómo? Jesús no actúa sólo, va con otros. Llama y
asocia a su misión a un grupo de hombres y mujeres. Él sabe que donde hay un
grupo humano hay problemas y surgen divisiones como ocurría en Corinto, pero no
por ello deja de formar un grupo de pescadores de hombres que van en pos de Él.
En la experiencia de la Pastoral Universitaria hemos comprobado cómo se
evangeliza cuando hay una comunidad. No soltamos rollos, no enseñamos nada,
sólo invitamos a compartir la experiencia de ser discípulos de Jesús, sólo así
se puede pescar en el mar inmenso que se nos presenta. ¿En qué comunidad de
pescadores pesco yo? Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.

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