Purificar el templo, el espacio, es purificar el culto, purificar la
relación con Dios. Hoy Jesús quiere purificar nuestra relación con el Padre y
despojarla de todo mercantilismo interesado que es la perversión de toda
relación y como los Macabeos purificarla del paganismo politeísta que reduce a
Dios a “algo mas” del elenco de actividades de nuestra vida. Es más, hoy que
celebramos a Santa Cecilia y que San Agustín en el Oficio de lectura nos habla
de “Jubilus”: “El júbilo es un sonido que indica la incapacidad de expresar lo
que siente el corazón”. También quiere despojar nuestra oración de racionalismo
para que podamos contemplar desde el corazón, para que podamos cantar en
lenguas como decimos en la espiritualidad carismática. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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