domingo, 2 de diciembre de 2012

SEMANA PRIMERA ADVIENTO CICLO C DOMINGO


Llevamos un otoño cargado de noticias sobre injusticias. No cesan los casos de corrupción política, la codicia de las empresas de ocio que siega vidas como los cinco jóvenes del Madrid Arena, madres que congelan a sus hijos, la mafia china… son sólo algunos ejemplos que emergen de la memoria. Todo esto va dejando un poso de pesimismo en nosotros y terminamos por convencernos de que la justicia no es posible en esta tierra. Los que miramos más allá nos damos cuenta de que la situación de crisis económica no tiene únicamente causas de mercado y de política financiera. Hay en el fondo una crisis de valores que nos ha traído hasta aquí. Un sistema injusto y multitud de prácticas injustas. La bola de nieve ha ido creciendo hasta producirse un alud que no podemos controlar.

En medio de esta situación un profeta que proclama: “suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra”. El Justo es del linaje de David, no es un ser celestial que desciende a la tierra. La justicia no viene como intervención divina desde fuera de nuestro mundo, sin contar con nosotros. A veces nos gustaría que Dios hiciera así las cosas, que viniera arrasando y poniéndolo todo en su sitio. Dios va suscitando caminos de justicia desde las mismas personas. Es como si esperásemos que los políticos solucionaran mediante leyes todos los problemas. La ley sobre desahucios se ha quedado corta, pero también hay familias que están cediendo  a renta cero sus casas cerradas a otras familias desahuciadas. Él va colmando de amor y hace que los que esperan en él rebosen de amor a todos.

Si tenemos los ojos bien abiertos, si estamos despiertos, podremos ver estos caminos nuevos de justicia. Podremos salir del pesimismo y la desesperanza que se respira en tantos ambientes. Mientras muchos viven en el miedo y la ansiedad por lo que se nos viene encima, nosotros levantamos la cabeza porque esperamos un futuro de porvenir, un mundo nuevo, donde brille la justicia y el derecho. Ese futuro empieza en la Eucaristía que celebramos. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí, 

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