Esta mañana ya he celebrado la Eucaristía muy
temprano. Jesús me ha invitado a un banquete repleto de pobres personas que no
somos capaces de pagarle. Cuando
empiezas así el día es más fácil no ir por la vida arrasando rivales y buscando
tu propio interés. Los deseos de dominar y de quedarte por encima de los demás
se acallan. No hay concordia ni unanimidad posible por otro camino, miremos si
no a la unión europea. Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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