¡Qué atrevido es
Jesús! No se le ocurre llamar a otro que a un publicano. Él no ha venido a
llamar a los justos. Nosotros
convocamos entre los que vienen a Misa. En la universidad entre los que sabemos
que son cristianos. No se nos ocurre convocar a los que están lejos. Damos por
supuesto que no van a responder y no queremos pasar por el berrinche de no
obtener respuesta. Y nosotros no tenemos que preocuparnos por la respuesta, nos
tenemos que preocupar en todo caso de no llamar. La respuesta no es
responsabilidad nuestra. Esto que escribo aquí luego no siempre lo pongo en
práctica. Mi miedo al fracaso me paraliza muchas veces. Hemos recibió una
vocación de evangelizadores, pues andemos conforme a ella. Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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