A veces nos cansamos y nos cansamos y no
conseguimos nada. Parimos viento como dice Isaías. Lo que más nos cansa es
llevar nuestra vida, cargar con ella como si Dios no la sostuviera. Vivir como
si él no existiera. Jesús nos ofrece su yugo. En el yugo van dos tirando. Él
tira con nosotros. La paz llega a nuestro corazón cuando comprendemos que todas
nuestras empresas las realiza el Señor. El que derrama un rocío de luz y
fecunda la tierra de sombras. ¿Qué sombras dejaré hoy que fecunde Jesús? Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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