El otro día me decía alguien si no sería que Dios le
había castigado y yo le decía: “no digas eso que Dios no castiga”. Hoy me encuentro con esta palabra: “yo soy
santo en medio de ti y no enemigo a la puerta”. Jesús nos envió a anunciar el
Reino cerca, es decir, esas entrañas del Padre que se inclina, se abaja para
darnos de comer, a nosotros que somos pequeñitos. ¿Por qué todavía hay personas
que ven a Dios como enemigo a la puerta? No nos cansemos de anunciar con un
estilo libre y gratuito esta ternura ¿Hay alguien a quien tú le puedas dar esta
buena noticia? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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