El Espíritu Santo no es cobarde, los cobardes somos nosotros. El domingo Jesús
nos mandaba ir a hacer discípulos. Nos empeñamos en hacer discípulos a los que
vienen a los templos y éstos muchas veces no están dispuestos. Son como los
saduceos en tiempos de Jesús, acomodados a una religión a su medida. Lo mismo
le pasó a Pablo con los de su raza. Cuando vio que no estaban dispuestos se fue
con los gentiles con los que era mucho más difícil anunciar a Jesús pues ellos
no sabían nada de Moisés ni del mesías esperado. ¿No tendremos que lanzarnos a
los de fuera pero siempre con la fuerza de Dios? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario