«Te doy lo que tengo» Con estas palabras realiza Pedro el primer
signo, la curación de este inválido. No
tiene dinero pero tiene un tesoro: Jesús y
la vida nueva que es consecuencias de la Resurrección. Y esto que
tiene no se lo guarda sino que lo da. Jesús no es un objeto de posesión que pueda
ser apropiado. Jesús no de dejaba acaparar en su vida pública y tampoco lo
permite en el tiempo e la Iglesia. Si alguien pretende apropiárselo, como si de
una patente se tratara. Recibimos a Jesús, su anuncio, su vida, para darlo,
para comunicarlo y entregarlo. Si tenemos a Cristo ¿Lo estamos dando? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas poncha aquí.
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