sábado, 7 de abril de 2012

DOMINGO DE RESURRECCIÓN


El martes pasado estaba en una charla con padres que van a bautizar a sus hijos y les hablaba del «encuentro con Jesús». Algunos en su rostro no podían disimular una mueca al oírme decir que Jesús está vivo, que no es un personaje histórico más. Que podemos vivir en relación con él pero no es un difunto con el que nos comunicamos como un médium. Creo que muchos de los que han visto las procesiones estos días no piensan así, y para ellos Jesús fue alguien estupendo y Dios es ese «algo» que le da sentido a la vida y está ahí para los momentos difíciles.  De verdad que trato de hablar en clave de «Nueva Evengelización».

Me he acordado de esto al leer «La resurrección es un milagro patente» ¿Lo es? Sí, lo dice el Salmo, aunque no podemos demostrarle a nadie que Jesús está vivo. El tesoro de la Pascua lo llevamos en vasijas de barro.  Cuando se corrió por Jerusalén que la tumba del nazareno estaba vacía pronto también se cundió que sus discípulos habían robado el cuerpo. El sepulcro vacío es un signo para el que tiene fe.  Jesús se manifestó sólo a algunos, a los que comieron y bebieron con él después de su resurrección. No se presentó en el Templo para que todos lo vieran. Esos pocos empezaron a dar testimonio y realizaban signos que acreditaban su palabra.

Cuando me invitan a un debate sobre cuestiones paranormales entre científicos escépticos y espiritistas crédulos, yo no puedo demostrar nada pero hago referencia que para millones de hombres y mujeres Jesús ha resucitado y sus vidas han sido diferentes, han sido transformadas. Esos cristianos han sido fermento de vida nueva en el mundo. Esos testigos de la resurrección que con pequeños (a veces grandes) signos acreditan nuestro anuncio. Nuestro testimonio es a nuestra medida, somos de barro. No pretendamos otra cosa que dejar que nuestra existencia sea transformada en esta Pascua por el alfarero que nos remodela a imagen de su Hijo glorificado. ¡Esta noche el barro se reblandece con el agua! Feliz Pascua a todos. Para ver las lecturas pincha aquí. 

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