“Un sí y el cielo abrió y descendió el Salvador” El Hijo
de Dios se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo. Llevo un tiempo
que cuando pienso en la Encarnación me asombro de lo maravilloso que es el ser
humano. Me enseñaron que Jesús nos revela la grandeza de la humanidad. Estamos
diseñados de tal manera que podemos acoger a la divinidad, encarnar al Hijo de
Dios. Todo es en función de este hecho.
María se unió al Sí del Verbo al entrar en el mundo. Todos nosotros formamos
parte del pueblo que le dice Sí a Dios,
a su voluntad salvadora sus planes
redentores. Y decimos SÍ a la vida
humana en todas sus fases y circunstancias. “Siempre hay razones para vivir”.
Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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