En este viernes de Cuaresma la Palabra nos pone
ante nuestros ídolos. ¿Llamamos dios a alguna obra de nuestras manos? Puedo
vivir adorando mi tesis, mi carrera, mi trabajo, mi… “Amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento, con todo el ser”. Sólo Dios merece ser amado así. ¿Quién
es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Creo que en
ocasiones caemos en la idolatría no por falta de amor sino por falta de
sabiduría, por falta de discernimiento. Y
la idloatría trae como consecuencia que se desdibuja la condición de prójimo de
los demás. En este día penitencial ofrezcamos a Dios una renuncia a alguna
idolatría, un sacrificio de amor que puede ir muy bien enfocado hacia nuestros
prójimos. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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