La conversión que Dios nos pide es a la medida de su Hijo. En la primera
lectura Moisés enumera unas normas sociales bastante refinadas para su época
pero se quedan en los parientes y en el prójimo. Jesús rompe todas los esquemas y habla de ser
prójimo de todos y hace pasar el amor a Dios por el amor a los pobres y
necesitados. Es un amor a la medida del Dios que tanto amó al mundo que entregó
a su Hijo único. Esto es mucho más que
tratar de ser buenas personas, buenos ciudadanos. Y al atardecer de la vida nos examinarán del
amor. Una asignatura que no tiene mucha teoría, y sí mucha práctica. Feliz día
y bendiciones. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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