Ayer me comentaban que un chico de a penas catorce
años fuma porros y ya ha tenido un coma etílico. Hace un momento dos
adolescentes comentaban por la calle que el otro día la policía estuvo a punto
de pillarlos con “maría”. Estos chicos no piensan lo que están haciendo. El mundo
de las drogas es una corriente y en ocasiones un “sutnami” que los arrastra. Jesús
en cambio no se deja llevar por los acontecimientos. Su fama crece como la
espuma y es difícil de gestionar. En la soledad y el silencio de la noche, como Samuel, él escucha y busca su
camino. Ha salido para hacer la voluntad del Padre que es que recorra todas las
aldeas de forma itinerante. ¿Nos
arrastran los acontecimientos? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario