El Templo era el centro de la fe judía, era el signo más valioso de su religiosidad. Los Macabeos coronan la liberación de Judea con la consagración del Templo. Es el colofón de la liberación. Como pueblo libre podrán ofrecer sacrificios a Dios. Jesús entra en el Templo para una nueva liberación. EL culto se había convertido en un negocio más. Es verdad que por motivos prácticos. Ni todo el mundo tenía ganado ni era posible venir desde lejos con el animal para la ofrenda. Los vendedores prestaban un servicio a los peregrinos. Pero las cosas prácticas y bien pensadas también están impregnadas de alienación e idolatría. Los aparatos que usamos como el ordenador desde el que escribo esto, nos ayudan, pero pueden llegar a convertirse en una esclavitud. Podemos llegar a estar enganchados a ellos. ¿Estoy enganchado? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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