viernes, 1 de julio de 2011

Sagrado Corazón de Jesús

En un yugo van siempre dos. De ahí deriva el término “cónyuge”. Jesús nos invita a compartir el suave yugo de su amor.  Es un yugo llevadero y ligero porque lo llevamos con él y porque está hecho del amor de su corazón.  En esto del amor nos cansamos cuando tratamos de tirar nosotros solos. Pensamos que tenemos que hacer puntos para presentárselos a Dios. ¡Qué agobio madre mía! Como en el matrimonio todo está hecho de reciprocidad y aquí no hay problema porque la iniciativa siempre es suya, el siempre ama primero.  Tampoco tenemos que preocuparnos de eso. Y tampoco tenemos que estar preocupados de si nos va a fallar, nos va a ser infiel, eso es imposible.  ¿Qué gozada no? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.

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