José vivía la lucha en su corazón entre “estos me las van a pagar” y “acercaos a mí”. Finalmente ganó el perdón gratuito. Muchas veces escuchamos que no hay nada gratis, que todo se cobra. Vivimos por un lado una crisis económica fruto de vivir por encima de nuestras posibilidades donde todo el mundo debe algo, y por otro nuestro estado del bienestar con su “todo gratis” se desmorona. Haría falta un año de gracia, “jubilar” donde se condonen todas las deudas y se vuelva a empezar de nuevo. Y tampoco nos viene mal sufrir un poco para que valoremos lo que tenemos y no despilfarremos la gratuidad. “Paz a esta casa” feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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