domingo, 31 de julio de 2011

Domingo XVIII TO A


En el Génesis escuchamos “comerás el pan con el sudor de tu frente”. El pecado introdujo un elemento de desorden en la relación del ser humano con el trabajo.  Un desorden del que pocos se libran y consiguen trabajar para vivir en vez de vivir para trabajar.  Estos segundos somos los que vivimos en la sociedad de consumo, este estilo de vida endemoniado que nos condena a ganar para gastar en lo que no nos satisface y ni siquiera necesitamos.  Mientras, en el cuerno de África miles de personas mueren de hambre.

Isaías nos pregunta por qué gastamos el dinero en lo que no alimenta y no da hartura.  El nos ofrece alimento de balde, gratis. Es uno de los signos de los tiempos mesiánicos. Un nuevo maná en el desierto. En el Evangelio de San  Juan   se recoge la reacción de la gente. Querían coronar rey a Jesús y decían: “este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo”.  Jesús luego les dirá que le siguen  porque han comido hasta saciarse. “Escuchadme y viviréis” dice el Señor.  El alimento es la Palabra de Dios, Jesús es el Verbo, Él es el amiento.

¿Qué nos dice hoy Jesús, como Palabra de Vida?  “Dadles vosotros de comer”.  Podemos interpretar estas palabras en dos vertientes: la física de remediar el hambre de los que la sufren y también en el sentido espiritual de ofrecer a los que no lo conocen el amor de Dios manifestado en Cristo Jesús.  Ahora que estamos en época de vacaciones podemos también reflexionar sobre nuestro trabajo (el que lo tenga), cómo lo vivimos, para qué lo realizamos, ¿Nos dignifica?. Feliz domingo y bendiciones.Para ver las lecturas pincha aquí.  

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