¿No podríamos escribir en algunas de las plazas de nuestras capitales donde hay acampadas alguna de las frases del cántico de María? Yo pondría la de “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes”. Siempre he pensado que el Magníficat es un cántico revolucionario que proclama que Dios está del lado de los pequeños de los que tienen poder. María es una de ellos, de los “anawim” que permiten que el poder de Dios obre maravillas en ellos. Recibamos hoy la visita de nuestra Madre que viene a poner a Dios en medio de nosotros. A poner a Jesús en el lugar que le corresponde en nuestra vida, y llenémonos de alegría. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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