Nicodemo va a ver a Jesús de noche porque tiene miedo. Los discípulos se encuentran también perseguidos y piden al Señor valentía para seguir anunciando la Palabra. La carne no sólo es débil y se resiste a ser transformada por el Espíritu, también está llena de miedo, miedo a la novedad, a lo distinto. El Espíritu en cambio sopla donde quiere es una eterna novedad. El miedo a lo nuevo, a lo desconocido, a lo que no dominamos es una de las armas para paralizarnos. Pidamos a lo alto la valentía para empezar algo nuevo en esta semana en esta Pascua. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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