Leemos en el libro Jesús de Nazaret II del Benedicto XVI «Si escuchamos a los testigos con el corazón atento y nos abrimos a los signos con los que el Señor da siempre fe de ellos y de sí mismo, entonces lo sabemos: Él ha resucitado verdaderamente. Él es el Viviente. A Él nos encomendamos en la seguridad de estar en la senda justa»
Hoy nos sentimos un eslabón más de la cadena de testigos que a lo largo de los siglos han ido dando solemne testimonio de que Dios ha nombrado a Jesús Juez de vivos y muertos. Anunciamos no sólo un acontecimiento histórico sino una realidad que traspasa la historia y le da sentido.
Renovemos nuestra vida de bautizados, nuestra relación con Dios que es la Vida eterna que ya poseemos. Mostremos con mesura la alegría de vivir en esta Vida escondida en Dios. Volvamos a poner a Jesús como piedra angular al comer y beber con él en la Eucaristía de este Domingo tan especial. Para ver las lecturas pincha aquí.
Feliz Pascua de Resurrección.
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