Esta parábola fue dicha para los líderes religiosos de aquel tiempo. Si somos líderes religiosos hoy tenemos que pensar en primer lugar si damos a Dios los frutos que le corresponden. En primer lugar su Gloria. No somos luz para que nos alaben sino para que reconozcan lo que Él hace, para que lo alaben a él. También podemos identificarnos con el Hijo de la parábola. Jesús es “Piedra desechada”, como Tobías que entierra cadáveres de asesinados, como Perpetua y Felicidad que hoy celebramos. Son parte del linaje de rechazados y excluidos por ser hombres de Dios. Es lo que toca a los líderes de Cristo. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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