Estamos casi en el ecuador de la Cuaresma. ¿Cómo vamos? ¿Seguimos con lo de siempre o dejamos que el Espíritu nos conduzca por caminos nuevos? En la Palabra de hoy descubro una llamada fuerte a abrirnos a la novedad. Naamán se enfada porque Eliseo no actúa cómo era previsible, como solían hacer todos los taumaturgos con imposición de manos y plegarias. Eso de bañarse le parece un absurdo. Los Nazarenos tampoco estaban dispuestos a abrirse a la novedad de una Mesías que había sido su carpintero. “Entre nosotros las cosas se han hecho así desde siempre”. ¿Estoy dispuesto a dejarme sorprender por la creatividad del Señor? Feliz día y bendiciones. Para ver as lecturas pincha aquí.
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