viernes, 7 de enero de 2011

7 Enero

Al comenzar una nueva etapa, un año nuevo, un nuevo trimestre del curso, es necesario discernir los espíritus. Escrutar lo que viene de Dios y lo que no, si los deseos y propósitos que surgen en nosotros son de él o no. Al arrestar a Juan Jesús discernió que debía volver a Galilea y empezar allí su ministerio. También llevaría cada noche a la oración a esas multitudes que lo seguían para discernir lo que estaba pasando y no dejarse embaucar por el aparente éxito fácil (uno de los espíritus que le tentará siempre). Las mociones que estoy sintiendo últimamente ¿son de Dios? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas

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