miércoles, 13 de abril de 2016

SEMANA TERCERA PASCUA MIÉRCOLES

En el padre nuestro rezamos: “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Si nos preguntamos cuál es esa voluntad obtenemos una respuesta en el Evangelio de hoy. Dios quiere que nadie se pierda. Ni uno sólo. No se conforma con las noventa y nueve ovejas, con el hijo que le queda en casa. Se preocupa por ese que se ha ido, que se puede perder para siempre. Esta es una de las claves del Año de la Misericordia que tiene que ser una clave de siempre en la vida de la Iglesia. No hemos sido enviados para hacer nuestra voluntad sino la voluntad del que nos ha enviado. Al orar y escribir esto esta mañana me vienen rostros de personas concretas que no puedo dar por perdidas. Voy a buscarlas. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario