La persecución acompaña al
cristianismo desde el principio. Los periodos de persecución son duros pero son
fecundos. La dispersión obligó a salir,
y no sólo geográficamente, también culturalmente. La salvación del cristianismo
fue salir de los límites del judaísmo. Nosotros vivimos en la Europa en la que
el cristianismo languidece. Ha sido un Papa venido de los confines el que nos
ha despertado y nos ha hecho cambiar de paradigma. Roma mira a Asia, a China,
India… hay una campo inmenso por sembrar donde nacerá un cristianismo nuevo y
vigoroso. Yo sigo pensando que tenemos que estudiar Chino. Allí hacen falta muchos pastores que reúnan
las ovejas dispersas. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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