Os aconsejo que leáis el mensaje del Papa para la
Cuaresma, o por lo menos la última parte, donde habla de este Evangelio y el
Papa emplea palabras duras afirmando la posibilidad de que los que viven
encerrados en su propio egoísmo se condenen a la soledad eterna del infierno.
Podemos leer esta parábola no solo en clave personal, también en clave global.
Lázaro somos los países opulentos que vivimos en nuestra sociedad del bien –
estar, indiferentes a la miseria que padece Lázaro, los países empobrecidos. Tenemos
a Moisés y a los profetas (los que aparecieron en el Tabor con Jesús) para
escuchar y reaccionar a tiempo. Estamos en la semana de la escucha. Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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