En la lectura de hoy vemos que el ser humano es capaz de lo peor y de
lo mejor. De querer destruir a quien envidiamos y de dar la cara por quien
amamos. Así somos de contradictorios. Cada vez estoy más convencido de que no
existen personas buenas y personas malas. Cada uno somos el resultado de
nuestra vida. Del lugar y la familia en la que nacemos, de las relaciones que
hemos vivido desde pequeños. Todo ello va configurando nuestra personalidad. A
día de hoy no todos somos igual de capaces de amar. Dios, que nos conoce y sabe
de nuestras heridas, nos acoge siempre con misericordia. ¿Es Saúl malo? No, es
una persona débil a la que afecta mucho lo que los demás piensan de él. La
envidia le hace naufragar. Si miramos a los demás así, como Dios nos mira todo
es mucho más simple. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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